Es una estrategia de inversión en la que el inversor presta dinero a una institución a cambio de recibir pagos de intereses regulares y la devolución del capital inicial en una fecha futura acordada.
Es una estrategia de inversión en la que los inversores adquieren participación en una empresa a través de la compra de acciones, lo que les otorga derechos sobre los activos y los beneficios de esa empresa.
Los portafolios pueden estar compuestos por una variedad de activos financieros, como acciones, bonos, fondos mutuos y otros instrumentos de inversión.
Son instrumentos de inversión colectiva en los cuales varios inversionistas combinan sus recursos para formar un fondo gestionado por una entidad financiera.